"Un río es la ruta serpenteante de aguas que fluyen, fuente de vida y fertilidad desde sus orígenes hasta encontrar el mar. Grandes o pequeños corredores verdes capaces de hacernos disfrutar"

Teniendo en cuenta que el mar de Galilea es un ensanchamiento del río Jordán, se entiende el lugar como la ribera de un río, un lugar en constante movimiento y cambio, donde nada se detiene y todo fluye con el tiempo:
1.En primer lugar el agua: un río nunca deja de fluir, está constantemente renovando sus aguas, dando lugar a unas condiciones de vida animales y vegetales vivas, que nunca se estancan.
2.En segundo lugar el paisaje físico: la demostración más clara es el descubrimiento de las ruinas. Una antigua ciudad que ha quedado sepultada por el movimiento de la tierra; el paso del tiempo ha ido enterrando la historia hasta dejarla completamente cubierta, para ser descubierta siglos después
3.En tercer lugar los condicionantes atmosféricos como el viento mecen los árboles y las plantaciones locales mantienen el lugar vivo meciendo sus ramas y dejando descubrir el lugar por entre sus hojas
4.En cuarto lugar, y resultante de todo lo anterior está el movimiento de las personas: el peregrinaje de todos aquellos que se acercan al lugar por diferentes motivos que mantienen viva su alma y sus inquietudes, tanto espirituales como vitales

Movimiento es la clave del proyecto, un proyecto que se presenta en un formato horizontal, arraigado a la tierra, y enfatizado por la cornisa continua que corona todo el edificio y lo mantiene estanco, descansando en la tierra, pero que a su vez genera una geometría quebrada que va abriendo y descubriendo el paisaje exterior al peregrino que se encuentra recorriendo el interior. Un interior marcado y pautado por un recorrido en torno al cual se ordenan las diversas etapas del programa desde lo más público a lo más privado, alternando esa relación con el exterior en función de los cerramientos que van envolviendo el caminar del visitante. Un recorrido quebrado que permite al peregrino ir descubriendo: descubriéndose a sí mismo en el propio peregrinaje y descubriendo el edificio con cada paso que da.

Recorrido, paisaje, entorno cambiante, secuencia de espacios y contante descubrimiento son las claves del proyecto.

Peregrinaje y descubrimiento